Un truco que suelen emplear algunas chicas cuando les gusta un chico, es dejar la puerta abierta ya sea del baño o de su habitación mientras se cambian de ropa. Saben de sobra que están provocando y por supuesto que cien por cien seguro cualquier tío no podrá evitar echar un vistazo por la ranura. En esta ocasión el tentado fue el padrastro de esta pelirroja y no, no fue un error por parte de ella, plenamente consciente dejó la puerta de su cuarto abierta con la esperanza de que sucediera «algo»… Pues efectivamente sucedió y fue incluso mucho mejor de lo que había imaginado.