Como ves, todavía se estila eso de las tutorías de las alumnas empollonas a sus compañeros más torpes cuando se llega a la universidad, aunque por supuesto, ahora que ya son mayores, no tienen ningún impedimento para comportarse como los jóvenes calientes que se supone que son. Porque ¿quién puede concentrarse en aritmética y estadística cuando la que te habla es una chica guapa como esta morena universitaria, buena que te cagas y que sólo te hace pensar en cómo se sentiría tu polla si esos labios la rodearan? Desde luego, este chico no sacará buenas notas en los exámenes, pero los lotes de follar que se va a pegar con su compañera de clase, eso no se los quita nadie.