Ya están acostumbrados, pero en un principio, los novios de estas dos hermanas estaban bastante descolocados. Resulta que una de ellas invitaba a su chico a ir a su casa, porque sus padres no estaban. Cuando llegaba, resultaba que estaba la hermana de su novia también con su pareja, y las chicas estaban dispuestas a montar un cuarteto de sexo. ¿Es que eran una exhibicionistas, o unas degeneradas? En realidad es que estas hermanas mellizas estaban tan acostumbradas a hacerlo todo juntas, que incluso algo tan íntimo como tener sexo en pareja tenía que compartirlo. Y oye, no pedían nada extraordinario; ofrecían sus estupendos culazos, hacían ricas mamadas y se abrían de piernas sin reparo. ¿Y todo para qué? Para que sus novios las follaran una al lado de la otra.