;¿Quién dice que las preñadas no tiene ganas de sexo, por muy gorda que tengan la barriga? De hecho, es sabido que las mujeres embarazadas tienen las hormonas disparadas, y están calientes como perras la mayor parte del día. O, al menos, esta jovencita casada y a poco de ser madre parece una auténtica ninfómana, todo el día en busca de la polla de su marido. Y es un coñazo, porque la pobre mujer no acaba de encontrar una postura cómoda para follar, y anda con el coño escocido pero sin saciar. Así que por fin se ha dado cuenta de que, para ella, lo importante es tener una polla a su disposición; así que su marido se sienta en una silla, se saca el rabo, y se lo deja con total confianza…