Esta argentina tetona estaba harta de que su vecino estuviera todo el rato en plan voyeur baboso, espiándola mientras ella tomaba el sol en su terraza. Por fin un día él se atrevió a acercarse y presentarse, aunque ella ya lo conocía de sobre; y decidió darle una lección. Con su cara más inocente le pidió que le pusiera bronceador en la espalda, que podía quemarse; ahí el tío ya empezó a sudar, seguro que de excitación. Sabía que lo iba a poner cachondo, pero no le importaba, la tía era una zorra vengativa. Pero una vez lo sintió cachondo y con la polla dura, decidió que mejor aprovechaba la empalmada, y así tendría follaamigo seguro todo el verano.