Está nerviosa, y es normal, se nota en su risa tonta, y en que lo mira todo con ojos abiertos y curiosos. Pero es que esta universitaria está harta de que sus compañeras se rían de ellas, solo porque nunca ha probado que la follen por el culo. No es que sea virgen, ha tenido novios, ha practicado penetración vaginal y sexo oral con mucha frecuencia. Pero es cierto que nunca le ha llamado la atención el sexo anal, aunque en su situación, tendrá que echarle ganas. Como no tiene novio formal, el elegido para tener el honor de desvirgar su ojete ha sido otro de sus compañeros de clase, que parece tan nervioso como ella. No quiere decepcionarla, ni causarle dolor, y con lo buena que está , no puede estar seguro de no apresurarse. Pero al final todo sale bien, ella disfruta mucho con esa polla dura en su culo. Y más con la lechada que le deja en toda la cara.