Cualquier chica más desconfiada hubiera sospechado de este casting que su vecino le ofreció para convertirse en actriz porno. ¿Cómo podía ser que este gordo maduro fuera un productor de cine xxx? ¿Y qué facilidad tenía para darle una oportunidad  incluso en su propia casa, ofreciéndose él como su pareja de escena? Pero ella estaba tan entusiasma que solo pensaba en los videos porno que iba a grabar. Así que nada dijo mientras se metía la polla del tipo hasta el fondo de su garganta; ni tampoco cuando la folló a pelo y se corrió dentro de su coño peludo.